La disolución de la vieja forma de hacer astrología
Con Neptuno en Piscis nacieron miles de cuentas de astrología en redes sociales, lo que da la sensación de que hay cada vez más profesionales del mundo astrológico.
Eso no significa que hayan nacido miles de astrólogos.
Si bien la astrología se difunde cada vez más, también hay situaciones preocupantes que vale la pena señalar.
En el último año noté una pérdida de credibilidad por parte del público y un agotamiento mental generalizado. Cuando comencé, en 2016, seguía a cientos de cuentas de astrología, hasta que llegó un punto en el que tuve que empezar a filtrar para poder aprender de verdad.
Antes de continuar, es importante aclarar algo fundamental:
Neptuno no rige a la astrología.
Neptuno rige el anhelo social, aquello que como humanidad buscamos, idealizamos o proyectamos colectivamente. Marca tendencias de aproximadamente 14 años, climas simbólicos que atraviesan distintos ámbitos —entre ellos la astrología—, pero no los define por sí mismos.
Desde ese lugar, podemos observar cómo ese anhelo se expresó durante su tránsito por Piscis.
Podríamos pensar que Neptuno en Piscis (2012–2026) fue…
La era de la disolución, la espiritualidad masiva y la confusión de límites
Entre las principales tendencias de este ciclo, podemos identificar:
- Difusión masiva de la astrología humanista.
- Astrología popular, generalizada y omnipresente.
- Espiritualidad de consumo y sanación rápida.
- El “todo es energía” como discurso central.
- Astrólogos ocupando lugares terapéuticos.
- Aparición del life coach místico.
- Horóscopo como producto principal.
- Idealización del gurú espiritual.
- Lenguaje difuso, simbólico y emocional.
- Pérdida de límites éticos.
Este Substack se mantiene gracias al apoyo de sus lectores. Para recibir las nuevas publicaciones y apoyar mi trabajo, considera suscribirte de forma gratuita.
Neptuno en Piscis fue…
…la gran ola de difusión masiva.
Durante este ciclo, las redes sociales se inundaron de astrólogos “espirituales” que ofrecían cursos prometiendo profesionalización en 9 meses o un año.
Esto no fue solo irresponsable. Fue peligroso.
Muchas personas tomaron estos cursos creyendo que así desarrollarían habilidades para la consultoría astrológica.
El problema es que los astrólogos trabajamos con personas: con historias, traumas y heridas.
Hablar de temas sensibles con solo la preparación de un curso se parece demasiado a una mala praxis.
Elegí no exponerme como astróloga psicóloga en redes sociales para no confundir roles ni ocupar un lugar que no me corresponde.
Sin embargo, el mercado se llenó de personas que, con un curso corto, se autodenominan astrólogos y dan consejos como si fueran especialistas formados.
Esto dejó de ser solo ruido para convertirse en una alarma.
Sin tener licencia médica o psicológica, algunos astrólogos comenzaron a influir en la mente de las personas a través del horóscopo o de descripciones psicológicas profundas sin formación ni ética profesional.
Hace tiempo vengo diciendo esto:
No somos médicos.
No somos psicólogos.
Podemos acompañar procesos, pero no diagnosticar ni etiquetar traumas.
Aun así, durante este ciclo cualquiera habló de heridas profundas sin licencia ni preparación adecuada.
Durante un tiempo no lo había pensado con tanta claridad, pero hoy es evidente: personas que se forman en poco tiempo atienden clientes e implantan ideas perturbadoras, como vínculos kármicos o llamas gemelas, que derivan en procesos psicológicos confusos y dañinos.
Y cuando mirás la cuenta, suele decir: astro algo —muy de Neptuno en Piscis: no mostrar su nombre y apellido. “Sanaciones difusas”, no saber quién está detrás.
Increíble.
También vimos astrólogos con millones de seguidores decir que no hay que salir con Venus en Aries.
La astrología nació para derribar prejuicios, y durante este ciclo muchos terminaron reforzándolos.
Cuando conocí la astrología entendí ah ok, las personas somos diferentes.
Después de años de estudio, resulta inquietante que todo se reduzca a “no salgas con X”.
Esto es lo que hoy difunden influencers con millones de seguidores.
Muchas veces pensé en cerrar mis cuentas y seguir mi camino, pero entendí que tener voz también implica responsabilidad.
Entonces surgen preguntas inevitables:
¿Hasta qué punto los astrólogos están preparados para una consultoría privada?
¿Hasta qué punto cualquiera puede ser consultor?
¿Dónde están los límites?
Porque si con una formación breve alguien cree que puede hablar de traumas ajenos,
¿en qué momento la astrología se volvió el hazmerreír?
La astrología nació para orientar y acompañar, pero entre el horóscopo, el deseo de ganar dinero y la generalización, se fue distorsionando.
Hoy aparecen “gurús” que hablan de problemas psicológicos tras haberse formado en cursos exprés.
Sí, eso se ve en redes sociales.
Vivimos en la era de lo rápido y lo fácil, y muchas personas fueron estafadas creyendo que estaban formándose seriamente.
Sin embargo, no fue así.
Estamos viendo el final de una etapa, y veremos como muchos influencers irán perdiendo su valor, al mismo tiempo, la desaparición de muchos que recién buscaban hacerse un lugar en esa corriente Neptuniana.
Estamos cerrando el ciclo de Neptuno en Piscis
La era de la espiritualidad masiva,
del horóscopo liviano
y del “todo es energía”.
Life coach y todas esas palabras místicas empiezan a perder fuerza.
Las consecuencias ya están a la vista.
Entramos en otra temporada.
No es mejor ni peor: es distinta.
Podríamos pensar que Neptuno en Aries será (2025-2039)…
…un cambio profundo en el anhelo colectivo para los próximos 14 años.
Entre las tendencias que podrían marcar este ciclo, podemos pensar en:
- El fin del gurú etéreo y la aparición de figuras más confrontativas.
- Astrólogos con identidad propia, ideas claras y postura definida.
- Una astrología más activa y directa.
- Pensamiento disruptivo y ruptura con discursos anteriores.
- Conflictos de verdad e imposición ideológica (sectas).
- Mayor interés por datos, estadísticas e investigación.
- El fin de la información como valor en sí mismo: importa integrar, no acumular.
- Liderazgos fuertes, egocéntricos y polarizantes.
- Astrología más experimental y personalizada.
- Nuevas regulaciones, límites y responsabilidad profesional.
*Es importante que sepas que tengo en cuenta que Neptuno ingresa en una figura que incluye a Plutón y Urano.
Con Neptuno en Aries llegan astrólogos con ideas propias, con teoría, con estudios más específicos y con datos, pero también más directos y, en muchos casos, más agresivos.
Los nuevos referentes no serán gurús, sino quienes tengan pensamiento disruptivo y criterio propio.
Esto también trae riesgos: egos enormes e imposición de una única verdad.
Neptuno cambia de signo, pero el delirio no desaparece; solo cambia de forma.
Aries traerá nuevos liderazgos y enfrentamientos.
La astrología se vuelve más mental e investigativa, pero una idea difundida en masa también puede ser peligrosa, como seguir afirmando que no hay que vincularse con personas con determinados planetas.
Plutón en Acuario habla de investigación, datos y estadística, pero también del riesgo de crear nuevos prejuicios sociales y manipulación mental.
Neptuno en Aries traerá una astrología más centrada en el individuo.
Urano en Géminis activará redes, microcomunidades y nuevas formas de compartir conocimiento.
En lo social crecerán los estudiantes, y será fundamental formarse en instituciones serias y hacer la carrera de astrología.
Por otro lado, yo ya lleve a la mesa de conversación con uno de mis profesores, el hecho de que las instituciones deberían formar primero al astrologo como mundano, para que el profesional conozca no solo el origen de la astrología, sino también, porque en algunos casos no funciona. (Clima mundial, anular el personal).
También existirá el peligro de creer que una sola conclusión es la verdad absoluta.
Gracias por haber llegado hasta aquí.
Con tanta energía mental, el foco se desplazará hacia los datos, la lógica y el impacto social.
Creo que llegarán regulaciones y que la práctica se ordenará.
Neptuno en Piscis difundió la astrología humanista, espiritual y horoscopera.
Neptuno en Aries difundirá una astrología centrada en el individuo, para bien y para mal.
Con la energía de Plutón y Urano, la mente se vuelve protagonista.
¡Gracias por leer! Esta publicación es pública, así que no dudes en compartirla.




